¿Para qué?
En un verso rotundo, Antonio Machado expresa: “Lo malo es que no sabemos / para qué sirve la sed”.
¿Para qué sirve otra revista latinoamericana de literatura (¡y además de literatura transfronteriza!)? La respuesta puede ser inabarcable, pero en Paso Habilitado replicamos: sirve para dialogar, para seguir conversando, sentándose -cada vez que se pueda- en la misma mesa. Sirve para seguir escribiendo, para seguir leyendo y dándole tiraje a la vida. Para que el tráfico literario entre Chile, Perú, Bolivia, México y un largo etcétera no se detenga, que fluya como el destilado por el alambique.
Una muchacha en La Paz leerá versos de una chica de Lima, y un estudiante de Tacna querrá conocer más literatura ecuatoriana. Pequeñas conexiones aparentemente anodinas que, sin embargo, de alguna forma inesperada, sorpresiva, generan algo más amplio – ¿una red? – y ahí, en ese microscópico acontecimiento, germina algo que nada detiene, y que va a parar en quién sabe dónde.
Provocar afectos y efectos, atar cabos entre los extremos, vincular aquí y allá territorios iguales pero distintos, palabras de un lado y otro – jergas móviles – que movilicen sentidos en Colombia, Venezuela y Guatemala, ese es uno de los tantos objetivos de Paso Habilitado.
Esta revista se fraguó a fuego lento, en años de viajes y cruces de fronteras y aduanas, visitas a mercados, centros penitenciarios y escuelas en Cochabamba, Potosí, Juliaca y Tijuana, entre otras ciudades y poblados; en bares de Ciudad de México y sucuchos de Quito. En fabulosas lecturas de poesía en Iquique, Arica y Tacna; y más allá y más acá. No fue idea de última hora, y a la moda. Imposible que lo fuera, porque lo que impulsa este proyecto se vincula con reivindicaciones de antiguo cuño: una literatura latinoamericana que dialogue en lengua franca, pero que también evidencie crisis, que genere tensiones y movilice -como ya señalamos- sentidos. Que haya “descoincidencias”, y que las placas tectónicas del hermoso páramo que es la literatura latinoamericana se muevan; que las fronteras se borroneen e irrumpan pasos habilitados ahí, allá, acá, atrás, delante, afuera y adentro, antes y después. Ahora y mañana. Con Vallejo en el bolsillo y la Mistral en la maleta.
Bienvenid@s a Paso Habilitado: revista de literatura latinoamericana.
Equipo de Paso habilitado